Espectro de Personas Infieles

cheat on meDel mismo modo que existe un espectro de personas infieles, existe un espectro de personas ingenuas. Existen ingenuos para quienes un sándwich de mierda es una asquerosidad repugnante que acaban de descubrir, e ingenuos que consideran que los sándwiches de mierda son parte de una dieta saludable y equilibrada (¿quién soy sin mi aporte diario de humillación?). Piénsalo un momento: ¿qué clase de ingenuidad es la tuya?

Creo que, al descubrir una infidelidad por primera vez, la mayoría reaccionamos de forma similar: entramos en shock, lloramos, no somos capaces de comer, perdemos peso, nos bloqueamos. Sin embargo, con el paso del tiempo, aflora nuestro tipo de ingenuidad concreto. A lo mejor hay fases de ingenuidad, del mismo modo que existen fases de duelo, y vamos pasando por distintas etapas. En mi opinión, no se te puede considerar una persona ingenua hasta que lo hayas descubierto, cuando te das cuenta de que han jugado contigo. El nivel de codependencia o de ignorancia que tuvieras antes del Día D se puede considerar más bien protoingenuidad.

La diferencia básica entre las distintas categorías de ingenuidad viene marcada por la aceptación pasiva o la resistencia al estado de persona ingenua. Aquí os dejo las expresiones más típicas del espectro de ingenuidad.

1. Ingenuo de Amazon. Hay gente que responde a una crisis personal de la misma forma en que otras personas reaccionan a las ecuaciones diferenciales. Se trata de un problema que requiere una solución, y si hago los deberes y lo investigo a fondo, averiguaré cómo superarlo. Los ingenuos de Amazon pasan mucho tiempo en Amazon.com, por supuesto, comprando todos los libros habidos y por haber sobre infidelidad y, por norma, intentan convencer a la persona infiel para estudiarlos juntos. («Porque quieres SOLUCIONARLO, ¿verdad?») El ingenuo de Amazon se suele encontrar con que la persona infiel no comparte su pasión por el aprendizaje, el autoanálisis y los cuestionarios de relaciones del Cosmopolitan. Amante de la terapia y de los foros de apoyo en internet, el ingenuo de Amazon es una persona de miras amplias, que busca soluciones a partir del análisis. Sin embargo, se le puede achacar que no se da cuenta de que a veces la mejor respuesta a una infidelidad es soltar el cubo de Rubik y largarse.

2. Ingenuo del limbo. Si el ingenuo del limbo fuese un personaje de Shakespeare, sería Hamlet. ¿Marcharse o no marcharse? El ingenuo del limbo vive atenazado por las dudas y las recriminaciones, incapaz de sacar agallas para comprometerse con ninguna de las decisiones. ¿Para qué vas a hacer nada si puedes vivir en un estado de vacilación constante? Los ingenuos del limbo quieren tener abiertas todas las vías posibles, pero odian todas y cada una de ellas. Da miedo cambiar de vida, y a lo mejor la lían parda y se arrepienten, así que lo mejor es no hacer nada una temporada. A lo mejor luego tienen mejores opciones. O no. Mierda… No están mejorando. Pero a lo mejor lo que pasa es que no tengo paciencia… Vamos a darle algo más de tiempo.

3. Ingenuo inerte. Algunas personas se rinden incondicionalmente. Es fácil confundirlos con los ingenuos del limbo («¡aún me estoy decidiendo!»), pero lo que sienten los ingenuos inertes no es indecisión. Los ingenuos inertes tropezaron con la indecisión, se quedaron en posición fetal junto a ella, y el musgo y los líquenes empiezan a recubrirlos a medida que el rigor mortis se adueña de su cuerpo. Se han quedado paralizados con la putada de la infidelidad, y no les quedan ganas de luchar. ¿Para qué? Si nadie vale la pena. Creo que me voy a echar una siesta. Y luego otra.

4. El ingenuo del armario. El ingenuo que está en el armario es el que se resiste a su estado de ingenuo. ¿Ingenuo? ¿Pero tú a quién llamas ingenuo? ¡Mi matrimonio va GENIAL! ¡No podría irme mejor! Esto nos ha acercado más, la verdad. Sí, claro que a veces me vienen imágenes a la cabeza que desencadenan emociones violentas. Cuando acabo de vomitar, tengo fantasías intensas con sentencias de divorcio, pero he aprendido a controlarlas. He aprendido a rezar hasta que desaparecen. Los ingenuos del armario quedan muy bien entre sus amigos casados porque parece que tienen una relación más fuerte, más sana, y más digna de una postal de Navidad. Pero si tienes el radar de ingenuidad instalado, verás todas las señales. La sonrisa tensa, como si se hubiera congelado el anuncio de Signal, una vida secreta que transcurre en los foros de infidelidad. Los ingenuos del armario temen su verdadera naturaleza, así que la asfixiarán con un cojín y rezarán para que no te des cuenta.

5. Ingenuo en rehabilitación. Los ingenuos en rehabilitación se hacen cargo de su ingenuidad. Sí, los han engañado, y sí, hasta cierto punto, la ingenuidad los definirá para siempre. Pero no pasa nada, y hasta sienten un orgullo ligeramente perverso de haber superado la mierda que les tocó vivir. Los ingenuos en rehabilitación suelen preferir la compañía de otros ingenuos en rehabilitación, ya que se ahorran sonrisitas de suficiencia y comentarios sobre la «amargura». Los ingenuos en rehabilitación no tienen ningún problema con su ingenuidad. No tienen necesidad de hacer alarde de ella («¿Te he contado ya que mi exmarido es un sociópata que me fue infiel en repetidas ocasiones, que tiene una autorización de seguridad en defensa nacional, y que nunca supe nada del hijo bastardo que tiene hasta después del divorcio?»). Ahora no es más que algo que forma parte de ellos y con lo que pueden vivir. Como las estrías.

Translation into Spanish by Inés Cendón Rodríguez 
Translator DE, EN > ES, GL  
https://www.proz.com/profile/712654
Subscribe
Notify of

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments